DEFENSA NACIONAL Y AGENDA DE NACIÓN

Mayor Art. DEM Eduardo Ernesto Mendoza Morales

 

IMPORTANCIA DEL TEMA

Actualmente los Estados están dando importancia a la preparación y ejecución de un documento que permita fortalecer la IDENTIDAD NACIONAL en función de aunar esfuerzos para alcanzar y mantener el bien común en cada país; algunos le llaman Proyecto de Nación, otros Pacto de Nación, y en nuestro país la mayoría le está llamando Agenda de Nación.

No es un concepto nuevo (pero actualmente ha cobrado vigencia; algunos Estados ya la han implementado, otros la tienen en proceso de gestación); se puede leer sobre él, por ejemplo, en el Texto de Estudios de Seguridad Nacional TE 158 de la Escuela de Comando y Estado Mayor "Dr. Manuel Enrique Araujo" (el cual data de hace muchos años) específicamente cuando se describe lo relacionado con el Sistema de Planificación Nacional, en donde señala que para viabilizar dicho sistema se requiere de un Proyecto Nacional.

Partiendo de lo anterior, se puede afirmar que una Agenda de Nación debe abarcar, para ser integral, lo relacionado con la seguridad nacional y el desarrollo nacional de determinado Estado (es lo que incluye el Sistema de Planificación Nacional).

"Si la Agenda de Nación es parte integral de un Sistema de Planificación Nacional, entonces, por doctrina debe abarcar aspectos de seguridad nacional, lo cual acertadamente conduce a afirmar que cualquier Agenda de Nación no debe dejar por fuera lo relacionado con la DEFENSA NACIONAL, entendiendo a ésta como uno de los medios (ante hipótesis de guerra) de la seguridad nacional".

Pero, para que se incluyan aspectos de defensa nacional en una Agenda de Nación (así como hoy se habla de cultura de paz y cultura politica –como imperativos requeridos por la gobernabilidad democratica también se debe tutelar y promover la cultura de la defensa nacional –en donde se deberá interiorizar que ésta es tarea de todos y no sólo de la fuerza armada en función de apoyar la preparación y ejecución de la defensa nacional), primero hay que profundizar más sobre todo aquello que sirve de entorno a la concepción, protocolización e implementación del Proyecto Nacional.

Lo anterior, por inercia, legítima cualquier iniciativa para incluir un Plan de Desarrollo de su Fuerza Armada en función de los intereses, objetivos, políticas y estrategias que se relacionen con la misión constitucional de la Institución castrense; plan que deberá mantenerse a través de los diferentes planes de gobierno que emanen de la Agenda de Nación (ésta materializa la VISIÓN DE LA NACIÓN para los próximos 15 años, como mínimo, y debe dar la pauta, por ejemplo, para el diseño de tres o cuatro planes de gobierno, sin distingos partidistas, lo cual también facilitará la estructuración de los presupuestos respectivos).

Por la importancia de lo anterior es que se está presentando este artículo, en función de ahondar más sobre el Proyecto Nacional; tomando como base el material que diversas personas han publicado sobre el tema (y que por reconocimiento y respeto a sus ideas se les menciona al final del artículo).

JUSTIFICACIÓN NACIONAL

La Historia ha demostrado que no existe propuesta o fórmula mágica capaz de transformar por sí misma a una sociedad, que busca cruzar el umbral del subdesarrollo para acceder a mayores niveles de prosperidad; por ello, es menester diseñar de manera ordenada y sistemática un documento que responda a las múltiples exigencias en todos los campos de la vida nacional.

Es imperativo establecer las bases que fundamenten una empresa de tal envergadura, a efecto de lograr el mayor nivel de participación que sea posible, y definir con la claridad debida los objetivos que guíen su concepción y desarrollo, en condiciones básicas de afinidad para que las políticas y estrategias a seguir, constituyan una serie de eslabones coincidentes que contribuyan a la conquista de una Agenda de Nación.

Concebir estratégicamente el Estado que se desea para el próximo milenio es el gran desafío. Se espera que, a través de las políticas actuales, se responda a la visión futurista de la Nación del año 2015. Hay quienes piensan en el futuro de cada Estado y han propuesto una Agenda de Nación para identificar prioridades.

Algo muy importante para visualizar el futuro nacional es persistir y cimentar la voluntad de forjar una nueva cultura de entendimiento entre los distintos sectores y fortalecer la identidad nacional. En todo caso, la responsabilidad de crear un mejor futuro se encuentra ciertamente en manos de la Nación de cada Estado.

Se requiere de un acuerdo básico nacional, que impulse la seguridad y el desarrollo de la Nación. No es lo mismo un programa de gobierno que una Agenda de Nación con vocación histórica de futuro. Si no se hacen los distingos correspondientes, a cualquier compromiso se le llamaría "Agenda de Nación".

Pero existe, más a fondo, una sensación que va en aumento: el sentimiento de que falta una Agenda de Nación que aglutine de nuevo las energías liberadas en los actuales procesos democráticos. El ejemplo saludable de la democracia está exigiendo un desarrollo en nuevas áreas, fundamentalmente económicas y sociales. El gobierno es el principal obligado no el responsable a proveer las bases de esa agenda, que desde luego debería tener una amplia aceptación de las fuerzas políticas, económicas y sociales del país.

DIAGNÓSTICO ESTRUCTURAL

El defecto más visible del esquema de vida que fueron consolidando los Estados en décadas pasadas fue el énfasis de lo sectorial sobre lo nacional. Eso parte, desde luego, del hecho poco discutible que en muchos países no tienen aún lo que verdaderamente se llama una Nación.

Para que una Nación exista, no basta que haya una población en un territorio con identidades históricas. Se requiere algo fundamental: Que exista conciencia compartida y actuante de lo que es una comunidad de destino; esa conciencia no se ha desarrollado; por el contrario, la tendencia ha sido hacia la compartimentalización socioeconómica y división arbitraria del cuerpo social; sobre la base de fragmentos cada vez más distanciados y recelosos es imposible construir una Nación.

Por eso es necesario un acuerdo mínimo de aceptación y reconocimiento mútuo para pasar a una etapa de construcción nacional. Hacer esa reconversión de lo sectorial hegemónico a lo nacional integrador no es tarea nada fácil. Porque hay muchísimos intereses en juego, abiertos y encubiertos.

Por lo anterior es tan importante que la sociedad misma, como sujeto plural y unitario al mismo tiempo, tome conciencia de sí misma, y vaya haciendo surgir las iniciativas que le corresponden, como debería ser la de promover ese acuerdo básico o pacto histórico nacional de cara a las posibilidades del presente y las potencialidades del futuro. Ese es el más grande reto que tienen los Estados en los tiempos que corren.

El marco constitucional constituye la piedra angular de la Agenda, pues en la Carta Magna están plasmados los objetivos nacionales permanentes, y el tipo de sistema político que debe regir a la República, para que no exista incertidumbre ni la posibilidad que surjan divisiones como en el pasado, que conducen a un clima de mayor pobreza y dependencia.

Independientemente de la validez o no de los planes económicos de gobierno, el cual es al menos un rumbo hacia la modernidad, lo que queda es la sensación, de la valiosa oportunidad que está perdiendo el Estado en función de su existencia y fortalecimiento, ya que su visión es limitada a un corto plazo.

Diversos sectores han exteriorizado la idea de una "Agenda de Nación", o para quienes no manejan el término, un denominador común entre la mayoría para impulsar a los Estados hacia mejores derroteros.

En las actuales circunstancias que atraviesa cada país, existen algunos esfuerzos gubernamentales y privados por configurar esta Agenda, pero es evidente que aún persisten obstáculos ideológicos, políticos, y metodológicos que interfieren con su materialización. Existe confianza en que las autoridades superiores de los países, actuales y futuras, conducirán por el camino correcto hacia una sociedad moderna, próspera y de oportunidades para todos, basándose en la visión global de una Nación sin sectarismos e improvisaciones que únicamente invitan a la controversia y al fracaso de políticas gubernamentales.

Los Estados deben tener una Agenda de Nación, que exige de todos una participación activa; no se debe desperdiciar la oportunidad de concretarlo en esta década, ya que el próximo milenio presentará los propios problemas de su época y los resabios de los que no se pudieron manejar en la actualidad.

Una Agenda de Nación debe enfocarse básicamente en los siguientes parametros: modelo económico adecuado al país; modelo de seguridad nacional (defensa nacional/seguridad interna/emergencias); modelo de aprovechamiento productivo de los recursos naturales; modelo del sistema educativo nacional; líneas estratégicas de investigación y desarrollo tecnológico; modelo de desarrollo social; y, modernización del sector público. Lo que no puede dejar por fuera cualquier proyecto Nacional es lo contenido en el DESARROLLO SOSTENIBLE, con objetivos claramente identificados en lo político, económico, social, cultural y ambiental.

Es fundamental desarrollar de manera práctica los tres grandes elementos esenciales de una Agenda de Nación: concepción general del modelo de Nación; identificación de objetivos nacionales lógicos y realizables; y participación activa de extensos núcleos de la sociedad.

Hay seis áreas que deben ser cubiertas por el Pacto de Nación (hay países en donde su implementación ha conducido al éxito en su desarrollo nacional); ellas son: inversión en capital humano; fomento de la investigación y desarrollo; modernización del sector público; modernización de la infraestructura económica; inversión de capital extranjero; y, protección del medio ambiente.

Estos elementos deberán conducirse de manera tal que favorezcan a los diferentes sectores nacionales, desde luego, sin pretender que habrá coincidencia absoluta. Lo esencial es posibilitar un espectro de intereses comunes lo más amplio posible, a efecto de configurar una política nacional de largo plazo que prevalezca sobre los intereses sectoriales y trascienda a los cortos períodos de las administraciones gubernamentales. Por ejemplo, para la concepción y protocolización de la Agenda de Nación se pueden utilizar procedimientos y técnicas propias del consenso, concertación, mediación, cooperación, concepción, pluralismo ideológico y la negociación.

Para concebir, diseñar y programar esta gran empresa denominada Agenda de Nación, por supuesto que es indispensable contar con una conducción política nacional de alto nivel, capaz de aglutinar a los más variados sectores nacionales, promoviendo el libre juego de las ideas dentro de un clima de respeto, honestidad, lealtad y sincera voluntad política para alcanzar la médula de todo el proyecto: los objetivos nacionales debidamente identificados.

Un proyecto de tal naturaleza no puede ser un simple acuerdo político; tiene que ser un esfuerzo de toda la sociedad, impulsado por el Gobierno y las distintas fuerzas políticas, económicas y sociales. Por ejemplo, es indispensable la participación de los tres Organos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), la empresa privada, los organismos de inteligencia nacional, el Consejo de Seguridad Nacional, los partidos políticos, el Consejo de Ministros, las Fuerzas Armadas y cualquier otro grupo de presión que permita que se manifieste la sociedad civil en función del bien común.

CONCEPTUALIZACIÓN

Podemos resumir que para que la Agenda de Nación se pueda materializar y deje de ser un sueño o una simple visión inalcanzable es imperativo el concurso de la sociedad, tanto en su preparación como en su ejecución, lo cual permitirá caracterizarla como integral, global, permanente y legítima. Siendo obvio el papel de líder que juega el Estado, ya que para su materialización se necesitarán estructuras de dirección, asesoría, planificación, ejecución y control; lo cual permite configurar un sistema que le pueda dar vida. Siendo éste el Sistema de Planificación Nacional, el cual tiene una relación de interdependencia con la Agenda de Nación.

La Agenda de Nación, más que un elemento constitutivo del Sistema de Planificación Nacional, es un producto de dicho sistema.

La existencia de la Nación exige el hecho de contar con una Agenda Nacional, en la cual se determine con fidelidad qué es lo que se pretende alcanzar en el futuro, dentro de las posibilidades y condicionamientos que ese mismo devenir ofrezca e imponga; como así mismo, proyectar a la Nación, con pleno ejercicio de la soberanía, hacia su verdadero destino.

Esta Agenda Nacional, como es obvio, no puede ni debe ser una elaboración sólo teórica, en la cual no se ha considerado la realidad histórica y presente y se encuentre ajena a la evolución probable de humanidad.

Es así, como para su formulación, será imprescindible que previamente se analice el pasado histórico, a fin de determinar las causas del desgaste o agotamiento que ha sufrido la Nación, y se realice una prognosis de las características del mundo futuro, para lograr definir cual será el rol de la Nación considerando sus características, sus medios y sus aspiraciones.

Cada EstadoNación, debe buscar su propio camino hacia el futuro (llamese tercer milenio o siglo veintiuno), aprovechando la experiencia del mundo desarrollado, pero evitando la tendencia a la imitación; se deben adaptar modelos, no adoptar aquellos que no apliquen a la realidad nacional

"Se entiende por Agenda Nacional, a una imagen factible de la NaciónEstado alcanzable en el largo plazo, mediante la utilización del Poder Nacional, dentro del ámbito internacional en que le corresponde desenvolverse".

En la definición anterior podemos identificar los siguientes elementos componentes de la Agenda:

Un encuadramiento político, social, económico, internacional y regional que estará influyendo permanentemente en el futuro de la Nación.

El pueblo o la Nación, causa y efecto del accionar de la agenda.

Los recursos del país, sus necesidades y restricciones (Poder Nacional).

Un sistema de objetivos y planificación, en los cuales se exprese o se materialice la agenda.

La seguridad indispensable para garantizar el proceso de cambio. (Seguridad Nacional).

El tiempo fijado para su logro, el cual dependerá fundamentalmente de la validez en el tiempo de las premisas básicas que lo sustentan.

CONCLUSIONES

TODO ESTADO NECESITA UNA

AGENDA DE NACIÓN PARA TRANSFORMAR

LA TOTALIDAD DE LA SOCIEDAD

Actualmente las sociedades están preparando el futuro que quieren para el próximo milenio, las que no lo hacen no podrán estar a la altura de las exigencias del siglo XXI. Hoy ya se habla de lo que se quiere, como mínimo, para el año 2015; lo cual es solamente ilusión, si no se materializa a través de una Agenda Nacional que viabilice el quehacer de la Nación, es por ello que diferentes sectores están promoviendo la necesidad de un Agenda de Nación que lleve a los Estados, hacia el año 2015, en la búsqueda del bien común.

Existen diferentes propuestas de AgendaPactoProyecto de Nación, calificativos que se aplican al documento que reúne las aspiraciones de la totalidad de la Nación. Sin embargo, la Agenda de Nación requiere de la gobernabilidad democrática para que sea planificada y ejecutada en beneficio de las mayorías, por lo que se ha definido que es un imperativo de valor actual y futuro.

TODO ESTADO DEBE ALCANZAR UNA DEMOCRACIA ESTABLE Y GOBERNABLE

PARA HACER VIABLE UNA AGENDA NACIONAL

Las nacientes democracias deben progresar, aunque sea en forma lenta, para alcanzar estabilidad en lo social, cultural, económico y político, con el fin de hacer viable las más grandes aspiraciones de las mayorías.

Una Agenda de Nación deja de ser simple retórica, cuando se le ha diseñado de manera integral y existen condiciones de gobernabilidad para llevarla a feliz término, condiciones que son la única vía de acceso a una democracia estable.

Actualmente existen en cada Estado, condiciones de tipo social, económico, cultural y político, que han dado como resultado ciertos niveles de gobernabilidad, lo cual está cimentando que la frágil democracia poco a poco se fortalezca y se estabilice.

UNA AGENDA NACIONAL PERMITIRÁ CREAR LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA GENERAR GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA

El hecho de planificar y ejecutar una Agenda Nacional para regir los destinos de los Estados, hará que se alcancen condiciones sociales, económicas, culturales y políticas, que de una u otra manera harán que se logre la gobernabilidad democrática.

Con la Agenda de Nación se van a aunar esfuerzos para satisfacer las necesidades más vitales de la población durante los próximos quince años (como mínimo), lo cual evitará caer en crisis de gobernabilidad y hará que se fortalezca la democracia, anhelos de actualidad en todo país.

EL INTERÉS POR UNA AGENDA NACIONAL SE ESTÁ DANDO A NIVEL NACIONAL

A TRAVÉS DE PROCESOS DE CONSENSO

Diferentes son los sectores de la sociedad que están interesados en que exista en cada país una Agenda de Nación que aglutine, en forma integral y no sectorial, las aspiraciones de todo un pueblo con el fin de accesar al bien común, entendiendo éste como la seguridad integral y el bienestar integral que posibilite la satisfacción de las necesidades básicas de todo un pueblo.

Existen diferentes propuestas sobre Agenda de Nación, gracias a las condiciones generadas por las frágiles democracias, tanto de tendencias de derecha como de izquierda, de posiciones centro y radical, dando como resultado una gama que permite analizarlas y determinar cuáles son los elementos positivos y negativos de cada una de ellas, por lo que en un futuro cercano se espera diseñar la que realmente los países necesitan para llegar al año 2015 en condiciones favorables.

UNA AGENDA DE NACIÓN DEBE SER DE ACTUALIDAD Y FUTURISTA, CON CARÁCTER

DE INTEGRAL Y NO SECTORIAL

Una Agenda Nacional debe atacar los problemas del presente y los que a través de prospectiva se esperan en el futuro, con metas concretas que faciliten identificar el progreso de las medidas que se han diseñado para alcanzar el bien común de las mayorías. Medidas que se materializarán previo diseño estratégico sobre las grandes líneas que una Agenda Nacional debe cubrir, sin lo cual sus beneficios serían limitados.

El Estado y la sociedad se verán favorecidos si la Agenda Nacional orienta y dirige los destinos de la Nación, estableciendo un sano equilibrio entre los intereses particulares y el bienestar de la Nación, por lo que su contenido debe ser orientado a solucionar problemas de todos sus nacionales.

LA DEFENSA NACIONAL

DEBE ESTAR INCLUIDA DENTRO DE UNA AGENDA DE NACIÓN

Si la Agenda propende a alcanzar intereses y objetivos nacionales, entonces debe haber además de todo un esfuerzo político, económico y social para alcanzarlos y mantenerlos un escudo protector altamente disuasivo (eficiente y eficaz) que permita hacer subsistir al Estado en tiempo y espacio (ya que le asegura los tradicionalmente conocidos elementos constitutivos de todo EstadoNación: TERRITORIO, SOBERANIA Y SU NACIÓN).

REFLEXIONES FINALES

TODOS LOS SECTORES DE LA SOCIEDAD DEBEN AUNAR ESFUERZOS PARA PLANIFICAR Y EJECUTAR UNA AGENDA DE NACIÓN

El próximo milenio le plantea retos a cada país, para ello se debe estar preparado, el año 2015 presentará los problemas propios de la época, más los que tenemos en la actualidad, por lo que, desde ya, debe existir la conciencia nacional que posibilite vivir en armonía en el 2015. En cada país existen condiciones para elaborar una Agenda Nacional, hay muchos sectores interesados, los cuales no deben descansar en su esfuerzo propositivo.

LA GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA DEBE PROMOVERSE COMO UN IMPERATIVO DE ACTUALIDAD, LO CUAL VIABILIZARÁ UNA AGENDA DE NACIÓN

A estas alturas de la Historia, no sólo se puede hablar de que se necesita la democracia para vivir en armonía, el término se queda corto, hoy se necesita de la gobernabilidad democrática, en donde se respete al poder y la igualdad, dignidad y libertad de los individuos, todo en función de la armonía societal.

DEBE IMPLEMENTARSE UNA AGENDA NACIONAL QUE PUEDA GENERAR GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA

El hecho de ser una Agenda Nacional quiere decir que llena las aspiraciones de las mayorías, por lo que dentro de la sociedad se darán condiciones económicas, sociales, culturales y políticas, que harán que la sociedad sea gobernable democráticamente con altos índices de legitimidad.

UNA AGENDA NACIONAL

DEBE MATERIALIZARSE AL MÁS CORTO PLAZO

De no materializar una Agenda Nacional al más corto plazo, se corre el riesgo de nunca hacerla, puede quedar como una ilusión y nada más, por lo que la cultura propositiva de los sectores de la sociedad no debe ceder ante obstáculos que se le presenten.

LA AGENDA DE NACIÓN

DEBE SER INTEGRAL Y NO SECTORIAL

Actualmente en diversos Estados hay algunas propuestas de Agenda Nacional, las cuales al analizarlas se puede observar que tienden a beneficiar determinado sector, lo cual no es lo que se quiere. La IDENTIDAD NACIONAL exige aunar esfuerzos para que el 2015 sea prometedor para cada Estado. El 2015 será prometedor si se llega a él con una Agenda de Nación que sea auténtica, nacionalista, integral, de actualidad, futurista y no sectorial.

LA AGENDA DE NACIÓN,

SI EN REALIDAD ES NACIONAL, DEBE INCLUIR UNA POLITICA DE DEFENSA NACIONAL

La Agenda debe cubrir lo relativo al desarrollo y la seguridad, su fin "el bien común" así se lo exige (entendiendo la seguridad integral y el bienestar general como el bien común). Si abarca aspectos de la seguridad nacional, quiere decir que va a prever la protección de los objetivos nacionales ante las hipótesis de guerra y las de conflicto; hasta la fecha las hipótesis de guerra no han sido eliminadas del sistema internacional, dando así mayor importancia a la defensa nacional (desde el punto de vista estructuralfuncionalista), la cual ha evolucionado en cuanto a su responsabilidad (ya no es responsabilidad exclusiva de las Fuerzas Armadas), hoy es global y permanente, es decir, se prepara desde tiempo de paz e incluye actividades realizadas por los cuatro campos de acción: externo (diplomático), económico, interno y bélico.

Lo anterior no implica una carrera armamentista ni una nación en armas, sino una preocupación metodológica que permite combinar armónicamente los FINES (intereses y objetivos), MEDIOS (poder nacional) Y METODOS (acciones de cada campo de acción) del Estado en función de preservar la IDENTIDAD NACIONAL en el concierto de las naciones.

"LA DEFENSA NACIONAL ES TAREA DE TODOS".

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

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El Mayor Art. DEM Eduardo Ernesto Mendoza Morales ingresó a la Escuela Militar "Capitán General Gerardo Barrios" (EMCGGB) en 1977 y egresó como Subteniente en 1980. Su educación militar incluye los siguientes cursos: Básico de Artillería (en 1981), Avanzado de Artillería (en 1989, en Fort Sill, Oklahoma, EEUU), Comando y Estado Mayor (en 1992 en la ECEM y en 1993 en Fort Benning, Georgia, EEUU), Defensa Nacional (en 1996). Es profesor militar en las asignaturas de "Estrategia" e "Inteligencia Militar". También ostenta una licenciatura en Ciencias Políticas y una maestría en Derecho Internacional Público. Ha desempeñado los siguientes cargos: Comandante de Sección, de Batería y de Batallón en la Bgda. de Artillería; Comandante de Sección y de Compañía en la EMCGGB; Comandante de Compañía en la 3ª Bgda. de Infantería; S2 del Estado Mayor Presidencial; actualmente es el Jefe de Doctrina del CODEM.